Publicado: Jul 29, 2025

Devocional: Cuidar lo que el Señor nos confía (Romanos 16) 🐑✝️🌷🌱

Romanos 16:1–2 (LBLA)

Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayudéis en cualquier asunto en que ella necesite de vosotros, porque ella también ha ayudado a muchos y aun a mí mismo.

Oracion

Buenas noches ✨ ¡Aquí va un nuevo devocional! 🐑

Hoy tenemos varias joyas para descubrir en este texto de Romanos 16. Así que empecemos:

Estos versículos por ahí son una muestra de que la Palabra nos manda a preocuparnos los unos por los otros. Independientemente de si Febe “ayudó” o “cuidó” (como dicen algunas versiones), lo que sabemos es que ella ayudó a muchos.

Y eso es algo hermoso, porque le confían algo tan precioso y valioso como una carta para una iglesia—carta que para nosotros hoy en día es súper importante.

Así como cuidó a los demás, también tuvo cuidado de llevar la carta.

El apóstol empieza los saludos saludándola a ella. Marca una pausa clara, y en segundo lugar sigue con el matrimonio de Priscila y Aquila, a quienes les hace un reconocimiento entre todas las iglesias de los cristianos no judíos. Ellos incluso expusieron su vida por el apóstol Pablo. Y tenían una iglesia en su casa (v. 3–5).

Después siguen saludos a muchos otros hermanos y hermanas.

En todo Romanos 16 vemos cómo el Señor puso en cada uno un nombre, una identidad redimida, una tarea, y su vínculo con los demás hermanos.

¡Qué hermoso! Qué hermoso cuando el apóstol nombra tantas personas y reconoce sus tareas, porque eso es valorar a la persona y también su trabajo por Jesús y por los hermanos.

Romanos 16:19–20 (LBLA)

Porque la noticia de vuestra obediencia se ha extendido a todos; por tanto, me regocijo por vosotros, pero quiero que seáis sabios para lo bueno e inocentes para lo malo.
Y el Dios de paz aplastará pronto a Satanás debajo de vuestros pies.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.

Pablo, con mucho cariño, termina con una mezcla de ternura y autoridad.

Les dice que se cuiden (como una madre o un padre). Les manda besos, como un equivalente al saludo que tenemos en Argentina (v. 16). Es un saludo muy cercano de familia en Cristo.

Pero también les recuerda algo clave: la obediencia de cada uno de los que nombró se ha dado a conocer.

Y les dice que Satanás iba a quedar debajo de sus pies—¡nótese la referencia directa a Génesis 3:15!

Y cierra con una visión grande, enorme, impresionante:

Romanos 16:25–27 (LBLA)

Y a aquel que es poderoso para afirmaros conforme a mi evangelio y a la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que ha sido mantenido en secreto durante siglos sin fin,
pero que ahora ha sido manifestado, y por las Escrituras de los profetas, conforme al mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las naciones para guiarlas a la obediencia de la fe,
al único y sabio Dios, por medio de Jesucristo, sea la gloria para siempre. Amén.

¡Naciones! Naciones siendo guiadas a la obediencia de la fe.

Y nosotros, instrumentos para traer su Reino a estas.

Esto no es menor. Es algo profundo, lleno de significado para nosotros hoy.

Porque hoy también nos toca eso a nosotros.

Se nos ha confiado algo precioso:

Que, como Febe, como Priscila y Aquila, como cada uno de los nombrados, podamos cuidar lo que el Señor puso en nuestras manos.

Que nuestra obediencia no sea pasiva, sino activa y viva, para que otros también puedan ver y creer en que Jesús es el Señor, que es Rey de Reyes, Señor de señores, que resucitó al tercer día, que volverá para juzgar a toda tribu, lengua, nación, que resucitaremos porque él resucitó.

Porque el Reino… el Reino avanza con la Palabra de Dios, pero esta es portada (llevada) por sus hijos, a quienes Él ama.

El corazón de un hijo de Dios fiel tiene disposición al servicio y a la obediencia.

Febe llevó cartas.

Priscila y Aquila expusieron su vida.

Junia y Andrónico sirvieron entre los apóstoles.

Los miembros del cuerpo de Cristo son personas que aman a los demás miembros del cuerpo y los sirven, como hizo Jesús cuando lavó los pies de sus discípulos…

Preguntas para reflexionar:

  1. ¿Qué te está confiando el Señor hoy?
  2. ¿Cómo podes tomar estos ejemplos de servicio en tu contexto?

A Él sea la gloria para siempre. Amén. 🙌✝️