Juan 21:15–17 (RVR60)
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que estos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas.
Entré a una casa, y en el living vi una pecera grande, con peces de distintos colores y especies. El dueño estaba ocupado remodelando el baño: había instalado una jabonera nueva y todavía quedaba cemento fresco en algunos sectores.
Me acerqué a ver la pecera y noté cómo los peces subían a la superficie. Se movían con rapidez y giraban sus pequeños ojos hacia mí, como si me estuvieran pidiendo comida.
Fui a preguntarle al dueño:
—¿Y los peces? ¿No les diste de comer? Me están pidiendo comida a mí.
—Ah, no te preocupes —respondió—. Los peces aguantan.
Volví al living. Abrí una alacena, encontré un poco de comida y decidí darles. No era mi tarea, pero ante la necesidad, lo hice igual. Ya estaban muy débiles, casi inmóviles, como si estuvieran a punto de morir.
🐠 LOS PECES PIDIENDO COMIDA
Esta escena muestra algo que también puede pasarnos:
Dios nos confía personas para cuidar, pero a veces, por estar ocupados con otras tareas que también son importantes, podemos terminar descuidándolas.
Todos estamos llamados a amar, cuidar y edificar a quienes nos rodean (como esos peces que estaban esperando su alimento).
📖 Jesús le dijo a Pedro: “Te haré pescador de hombres” (Mateo 4:19), y luego: “Apacienta mis corderos” (Juan 21:15–17).
Y eso incluye compartir la Palabra, ayudar a otros a crecer y a que el carácter de Cristo se forme en ellos… y también en nosotros. No alcanza con hablarles una vez. Hay que cuidarlos después.
Eso es justamente obedecer la Gran Comisión (Mateo 28:19–20).
Y en ese sentido, el ir y hacer discípulos debería importarnos más.
2 Timoteo 3:16–17
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
🌱 JESÚS DIJO QUE EL REINO DE LOS CIELOS ES COMO UNA SEMILLA DE MOSTAZA
Mateo 13:31–32
“El Reino de los cielos es como una semilla de mostaza: es la más pequeña de todas las semillas; pero cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol.”
Hoy quizás estás formando a una sola persona. Pero no sabés cómo eso puede impactar eternamente.
📜 DIOS USA A QUIEN QUIERE
En el relato, el que debía alimentar a los peces no lo hizo.
Pero Dios se valió de otro para darles de comer.
Eso también pasa en la vida real: a veces, por amor a sus hijos, Dios usa a quienes sí están dispuestos, aunque no eran los “encargados” en primer lugar.
Esto lo vemos en la Biblia con David. Él era el más chico de sus hermanos, y cuidaba un pequeño rebaño (1 Samuel 16:11).
Pero temía a Dios.
Cuando Samuel va a su casa por mandato del Señor, Isaí le presenta a todos los hermanos menos a David.
Pero al ver que ninguno era el elegido, Samuel pregunta si queda alguno más, y entonces llaman a David.
Más adelante, Dios quita a Saúl —que ya venía siendo rebelde— y elige a David como rey, para pastorear a su pueblo (1 Samuel 16:12–13).
Sabemos que David cometió muchos errores —lo sabemos— pero también vemos cómo Dios puede usar al más pequeño para hacer cosas muy grandes.
Nos quedan Salmos hermosos escritos por él, inspirados por Dios, que hasta hoy siguen alimentando a muchos.
Este es un fragmento de uno:
Salmo 23:1–3
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Preguntas para reflexionar:
- ¿Qué te está confiando el Señor hoy?
- ¿Estás cuidando de quienes te rodean, guiándolos más cerca de Jesús?
- ¿Te preocupa su bienestar tanto físico como espiritual?