Una mujer hablando de teología en plena ¡Reforma! ¡Imposible! 🏰📜
Eso pensaban muchos académicos bávaros… hasta que Argula von Grumbach se les plantó con su Biblia sobre la mesa.
Los primeros años
- 1492 — mientras Cristóbal Colón ponía rumbo al “Nuevo Mundo”, en Baviera nacía una joven noble destinada a sacudir los cimientos de una universidad.
- A los 10 años su padre le regaló una Biblia en alemán; desde entonces se volvió una estudiosa incansable de las Escrituras.
- En su adolescencia destacó por su personalidad decidida y su interés tanto en la política como en la religión.
- 1509: sus padres murieron a causa de la peste; quedó bajo la tutela de su tío Hieronymus.
- 1516: su tío fue ejecutado por intrigas cortesanas, pero ese mismo año Argula se casó con Friedrich von Grumbach. Friedrich permaneció católico; Argula abrazó la Reforma, lo que generó tensiones matrimoniales.
La defensora de la Reforma
Con el tiempo se convirtió en la primera escritora protestante de Alemania: publicó cartas y poemas, y defendió a Martín Lutero y Philipp Melanchthon tras leer sus obras.
1523: en la Universidad de Ingolstadt arrestaron al joven profesor Arsacius Seehofer por difundir ideas reformadas y lo obligaron a retractarse.
Argula reaccionó de inmediato: escribió una carta abierta a la facultad exigiendo que demostraran —con la Biblia en mano— las supuestas “herejías” de Seehofer y denunciando la autoridad de las tradiciones romanas sobre la Escritura.
La carta que estremeció Baviera
Traducción libre al español de los pasajes más citados de la carta del original alemán/latín:
“Cuando supe lo que hicieron con Arsacius Seehofer—aterrorizándolo con cárcel y hoguera—, me tembló el corazón y se estremecieron mis huesos.
¿Acaso Lutero y Melanchthon han enseñado otra cosa que la Palabra de Dios? Ustedes los condenan, pero no los refutan.
Díganme: ¿dónde leen en la Biblia que Cristo, los apóstoles o los profetas encarcelaran o quemaran a alguien?
Pueden apelar a decretales papales o a Aristóteles—que ni siquiera era cristiano—, pero nadie tiene autoridad sobre la Palabra de Dios.
Buscan destruir todos los escritos de Lutero; si así fuera, tendrían que quemar también el Nuevo Testamento que él ha traducido.
‘Esto no es cotorreo de mujer, sino Palabra de Dios’.
Escribo como miembro de la Iglesia de Cristo, contra la cual las puertas del infierno no prevalecerán.”
— Argula von Grumbach, 1523
El impacto
Argula utilizó más de 80 referencias bíblicas aplicadas en su contexto para cuestionar las acciones de la universidad.
En la universidad la llamaron, entre otras cosas: “diablo arrogante”, “maldita y patética hija de Eva”.
Sin embargo, Balthasar Hubmaier tenía una opinión muy distinta de ella:
“Una sola mujer —la piadosa Argula von Stauff— una mujer cristiana, conoce la Palabra divina mejor que todos esos sombreritos rojos juntos. Como Débora y Hulda en el Antiguo Testamento y como las Hijas de Felipe en el Nuevo Testamento.”
Les cerró la boca a todos: La carta voló de imprenta en imprenta, fue a todas partes: 14 ediciones en dos meses.
Sus últimos años
Argula siguió viajando, mediando entre teólogos y cuidando de sus hijos; enviudó dos veces y murió en 1568, convencida de que la Escritura pertenece a todo creyente, hombre o mujer.
¿Y hoy?
¿Te animas a cuestionar injusticias con la Palabra en mano?
El Señor envió su palabra tanto a hijos como a hijas, todos profetizarían y atestiguarían: así como ella pudo usar la Escritura para aprender y para cuestionar los problemas, los cristianos de hoy pueden leer y estudiar la escritura y aportar a la comprensión de la Palabra de Dios.
Como dice el Salmo:
“El Señor anuncia la palabra; las mensajeras son una gran multitud.”
— Salmo 68:11
¿Ya leíste tu Biblia hoy?