Publicado: Aug 4, 2025

Katharina von Bora: La arquitecta invisible de la Reforma

Por Vero

Una fiel compañera y buena administradora: cuando el matrimonio de conveniencia se transformó en un matrimonio de compañerismo y amor.

Los primeros años

Katharina von Bora

  • 1499 — Mientras Miguel Ángel pintaba en Florencia, nacía en Sajonia (actual Alemania) una niña noble destinada a cambiar la historia de la Reforma.

  • 1504 — Con apenas cinco años fue llevada al convento benedictino de Brehna. Allí aprendió a leer, a cantar, a escribir y también algunas nociones de latín.

  • 1515 — Tomó votos como monja en el convento cisterciense de Nimbschen. Su futuro parecía cerrado tras esos muros… hasta que los escritos de Lutero cruzaron aquellas rejas. Abandonar los votos era penado con posible excomunión, así que no era tan sencillo como salir por la puerta.

  • 1523 — En la noche de Pascua, Katharina, con otras 11 monjas, escapó escondida en barriles de arenque gracias al comerciante Leonhard Koppe, en un plan ideado por Martín Lutero.

La esposa del Reformador

  • 1525 — A sus 26 años se casa con Martín Lutero, de 42 —un escándalo para un ex-monje y una ex-monja, pero una alegría para los padres de Lutero. Él buscaba dar ejemplo y desafiar al Papa; ella aceptó más por convicción que por amor romántico inicial. Con el tiempo, el respeto mutuo se transformó en un afecto profundo. Así nació la figura —inexistente durante siglos— de la esposa de ministro en la Iglesia reformada.

Dejo un fragmento de lo que dijo Martin Lutero en El Estado del Matrimonio:

“De lo que más hablaríamos es del hecho de que el estado matrimonial ha caído en tan terrible descrédito universal. Hay muchos libros paganos que solo tratan de la depravación de la mujer y la infelicidad del estado matrimonial, de modo que algunos han pensado que incluso si la Sabiduría misma fuera una mujer, uno no debería casarse… Así que concluyeron que la mujer es un mal necesario, y que ningún hogar puede estar libre de tal mal. Estas son palabras de paganos ciegos, que ignoran que el hombre y la mujer son creación de Dios.”

— Martín Lutero, El estado del matrimonio (1522)

Esto revela lo despectivamente que algunos veían a las mujeres y que no entendían la dignidad de varón y mujer que en Génesis nos enseñó Dios, algo que Lutero sí entendía porque terminó amando y estando hasta el final al lado de su esposa. 1

La economista, anfitriona de la Reforma

Katharina fue una gran administradora: llevaba la casa, un huerto, un viñedo, un estanque con carpas y hasta una cervecería —la cerveza no podía faltar en Alemania—.

Ella fue madre de muchos hijos (6) de los cuales lamentablemente una niña de 13, Magdalena, falleció. La pareja lloró su pérdida amargamente.

Recibió a muchas personas en su mesa como gobernantes y teólogos, solía organizar banquetes para más de 100 personas.

Los últimos años

  • 1546 — Muere Martín Lutero; Katharina queda viuda a los 47 años con sus hijos y varios huérfanos acogidos.

  • 1552 — Durante una epidemia de peste huyó de Wittenberg hacia Torgau; su carruaje sufrió un accidente, se fracturó la pelvis y murió tres meses después, el 20 de diciembre de 1552. Muere a los 53, en su testamento confiesa: “He sido una pobre mujer, pero he recibido grandes favores del Señor”.

El impacto

Katharina fue un ejemplo de compañera de servicio en la Reforma:

  • Puso en práctica el don de la hospitalidad.

  • Mostró que el matrimonio y el trabajo doméstico podían glorificar a Dios en conjunto, tanto como la cátedra universitaria.

  • Desafió las expectativas de género medievales al dirigir finanzas, tierras y discusiones eruditas, frente a un concepto del matrimonio donde las mujeres eran vistas como un mal necesario.

Hubo quienes la llamaron “la señora Lutero” en tono despectivo; otros, como Melanchthon (un gran amigo de Lutero), la saludaron como “Doña Käte, doctora doméstica de Wittenberg”.

¿Y hoy? ¿Crees que solo los “profesionales” pueden sostener grandes movimientos?

Como Katharina, podemos transformar nuestros espacios cotidianos en espacios de fe y hospitalidad.

  1. ¿Qué podés rescatar de la vida de ella?
  2. ¿Te identificas en algo?

Consideremos que la hospitalidad es un don precioso que ha dado el Señor:

No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.

Hebreos 13:2

Compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.

Romanos 12:13

Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis… De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Mateo 25:35, 40


Bibliografía:


  1. En este sentido que la teóloga Argula von Grumbach se haya enviado correspondencia con Lutero acerca de estos asuntos teológicos nos deja ver la importancia también que tuvo que haya mujeres en las discusiones teológicas en torno a la cuestión de la dignidad de la mujer y a su labor ministerial. ↩︎