Explicación en formato audiovisual

En este video explico punto por punto de lo desarrollado en este artículo con mayor detalle y con los comentarios bíblicos, en el pie de esta página dejo la bibliografía:

Presentación

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Breve explicación en formato artículo

La presencia de apariciones de Cristo en sueños y visiones en el mundo musulmán no es un mero “capricho”. Es Dios confirmando la realidad histórica de la encarnación que los primeros cristianos proclamaron (Juan 1:14), lo que confirma que el cristianismo es real. Hay gente que pone en discusión los términos joánicos (Juan 1:1, 10:30 - sobre la divinidad de Cristo) respecto a Jesús para no tomarlo como el Mesías sino como alguien cercano a Dios mismo, evitando así reconocer su divinidad plena. Significativamente, estas apariciones presentan a Cristo en términos que coinciden con las descripciones joánicas de su divinidad, no como un profeta menor sino como el Hijo de Dios. Investigadores como el Dr. David Garrison¹, quien documentó testimonios de más de mil musulmanes convertidos (A Wind in the House of Islam)², y el misionero Tom Doyle³, quien tras once años en el Medio Oriente reporta que “cerca de un en cada tres creyentes de origen musulmán tuvo un sueño o una visión con Jesús antes de la experiencia de salvación” (Dreams and Visions)⁴, han establecido patrones consistentes y verificables.

Las implicaciones de no tener en cuenta los componentes sobrenaturales en el cristianismo se vuelven más críticas si sumamos que la presencia de dones espirituales en los discípulos confirmaba la venida del Espíritu Santo entre los hombres (Hechos 2:1-4). Esto demuestra que el Reino de Dios, aunque incluye transformación personal, se manifiesta principalmente de manera comunitaria y tangible. Los dones del Espíritu - sanidades, lenguas, profecías, milagros (1 Cor 12:7-11) - eran señales visibles que autenticaban el mensaje apostólico ante comunidades enteras.

Por tanto, la llegada del Reino de Dios fue tan importante que tuvo que ser tangiblemente un acontecimiento real y histórico, confirmado por la venida del Espíritu Santo sobre una comunidad entera, con señales y dones visibles que cualquiera podía atestiguar (Hechos 2:22, 4:29-30). Este patrón de validación divina continúa hoy: las apariciones a musulmanes no son experiencias subjetivas aisladas, sino confirmaciones objetivas del mismo Cristo que se reveló históricamente.

Esta dimensión comunitaria es prioritaria porque enfatiza que Jesús es el Salvador del mundo (Juan 4:42, 1 Juan 4:14), más allá del trato individual con las personas. Y el empoderamiento del Espíritu Santo de sus discípulos por medio de señales y milagros confirma radicalmente el mensaje de Jesucristo. Las apariciones contemporáneas a musulmanes, sumadas a los dones del primer cristianismo, forman un patrón coherente: Dios sigue validando sobrenaturalmente que Jesús es quien dijo ser. Significativamente, estos testimonios logran convencer a musulmanes precisamente porque presentan a Cristo crucificado y resucitado - doctrinas que el Islam rechaza pero que las apariciones confirman como verdaderas, superando barreras doctrinales mediante encuentros directos.